Star Citizen: Fin de semana en Yela

Este es el relato del comandante Vahnkar, ministro de exploración de la nación de Unión Cosmos. En su relato nos deja la rica experiencia que ofrece al día de hoy Star Citizen. 

Se acercaba un fin de semana en el que no iba a tener que llevar ninguna carga a los puertos espaciales acostumbrados, así que pensé que sería una buena oportunidad para probar los últimos ajustes hechos por RSI a la tecnología GravLev de las motos.

Con esa idea en mente, me dirigí a mi hangar en ArcCorp pensando en cargar una de las motos. El hangar está un poco alejado del centro frenético de la ciudad planeta, en uno de esos barrios viejos en donde predominan el óxido, el vapor de caños de ventilación viejos y esa persistente llovizna causada por la contaminación de esta mega ciudad. Pero es muy cómodo, puedo tener mis naves más grandes en él y como la electrónica y la mecánica siempre se me dieron bastante bien, por pocos créditos había logrado comprarlo y dejarlo como nuevo.

Me decidí en probar una de las NOX que tengo almacenadas. Como también hacía unos días que le había realizado unos cambios al URSA, mi querido y confiable rover, pensé que sería bueno probar también cómo habían quedado esos ajustes.

Puestas las cosas así, puse en la plataforma de despegue a la Connie Aquila, mi nave de investigación y exploración de espacio profundo, bautizada Voyager en honor a una vieja y querida serie televisiva del siglo XX, llamada Star Terk Voyager, que trataba de una nave de exploración perdida en una parte lejana de la galaxia -Son pocos los que por éstos días tienen idea de lo que fue la televisión-

Últimamente suelo perderme en mis pensamientos de tiempos pasados. -debo estar poniéndome viejo- Volviendo a lo que contaba, decidí poner en plataforma a la Connie, abrí la bodega de carga y comencé la carga del URSA y de la NOX en ella. Luego dediqué un rato a revisar toda la nave, si bien son muy confiables este tipo de naves, nunca está demás revisar uno mismo lo que algún técnico despistado pueda haber pasado por alto.

Cuando tuve todo listo, URSA y NOX en la bodega, revisión terminada, combustible cargado, plan de vuelo listo y aprobado, comencé las operaciones de soltar amarras, …amarras, algo que nos quedó de aquellas épocas en que osados marinos navegaban los mares del mundo natal de los humanos… -otra vez uno de mis lapsos de ensoñación, debería ver al doctor o debería ser al psiquiatra?-

Como decía, luego de tener todo revisado y listo comencé las operaciones de despegue, esta vez iban a ser un par de días solo para mí, así que éramos la nave, el rover, la moto y yo. Contacto al control de tráfico espacial y les informo que estoy comenzando mi plan de vuelo tomando por la ruta espacial a órbita de manera de posicionarme para el salto a Yela. Control de Tráfico me informa que me tienen en sus pantallas y que continúe, como siempre me desean un buen viaje. -algún día debería ir a visitar a éstos tipos, hace años que hablo con ellos y siempre son tan amables-

Todos los acumuladores de energía al máximo, todos los indicadores en verde, ruta de salto cargada en la computadora de navegación… en el monitor principal veo que por estribor una nave se acerca pero su curso es distinto, nada de que preocuparse. Acelero, una pequeña vibración característica por la masa puesta en movimiento. Libero la energía de las bobinas de inducción y la nave se envuelve en las características estelas azuladas que indican que el salto cuántico está por producirse, mi visual se comprime, Yela se ve como se contrae hacia mi proa…aceleración cuántica…nunca voy a dejar de amar esta sensación al saltar, no hay nada que se le compare… Yela se acerca rápidamente, todo al costado está borroso como cuando se va muy rápido por un túnel.

La nave vibra, vestigios de estelas azuladas se difuminan, Yela muy grande está al frente de la proa, los indicadores de los paneles de control se calman, la computadora me informa que estoy en las coordenadas establecidas, de pronto una luz roja comienza a parpadear y la computadora me dice con su voz metálica característica…CONTACTO!…

Realizo un breve escaneo, los datos comienzan a llegar de los sensores, nave sin identificación válida de la UEE, -ajá confirmado que es un pirata, pensé en voz baja y dibujé una pequeña mueca- podría destruirlo y no habría consecuencias para mí. Los datos seguían llegando …Poca masa, firma EM e IR baja… tipo de nave identificada, una MUSTANG, nada de que preocuparse. No llevo carga, y en el remoto caso en que se le ocurriera atacarme, no sería rival para la Voyager, solo los escudos serían suficientes para desanimarlo, pero además lleva dos torretas dobles S2 manejadas con IA y 4 cañones láser S4 y como si todo ésto fuera poco una buena dotación de misiles… No, no creo que se acerque más, aunque sería divertido. Luego de unos eternos instantes veo que las alarmas empiezan a ceder, el curso cambia, la nave enemiga se aleja.

Bueno, mejor -pienso para mí- nada de papeleo con las autoridades en mi fin de semana, todo sigue según lo planeado… Me levanto y me dirijo a la cocina de la nave, sirvo un café y vuelvo a la cabina, me siento y comienzo a preparar el descenso a Yela.

Busco en el mapa ArcCorp Mining y veo que estoy a más de setecientos kilómetros en línea recta, necesito pasar por esa base ya que estoy de paso, selecciono un Marcador Orbital para acercarme realizando un micro salto cuántico, eso me debería dejar a doscientos o trescientos kilómetros de distancia de mi destino final.

Le digo a la IA de la nave que trace una ruta hacia ArcCorp Minning utilizando los datos del marcador orbital tres, que es el que elegí para realizar el micro salto. Cuando todo está preparado, activo el dispositivo de salto y en unos instantes ya estoy sobre el OM tres según el mapa. Maniobro con los controles de vuelo, para ubicar la nave dejando a Yela, mas específicamente a ArcCorp Minnig sobre el morro de la nave, en un ángulo de treinta grados aproximadamente, de manera de que la fricción de ingreso a la leve atmósfera de Yela sea la mínima posible.

La vista desde el puente de Voyager es espectacular, como siempre. Frente a mi y hacia arriba la magnificencia de un cuerpo celeste, en este caso Yela.

Acelero los motores al máximo de manera de obtener toda la potencia durante el ingreso y acortar un poco el tiempo de descenso, maniobra que aprendí como transportista espacial y aplico siempre aunque, en la actualidad, esté algo retirado del negocio.

La proa de la nave toma contacto con los gases de la atmósfera, vibra, el calor exterior aumenta exponencialmente, muchos de los sensores se desconectan por seguridad otros fallan a causa de la interferencia electromagnética, las pantallas del sillón de comando que muestran imágenes degradadas o directamente sin señal son testigos de ello. Mientras el exterior de la nave se envuelve en una llamarada con tonos de ocres, rojos, amarillos y naranjas predominantemente. Luego de unos segundos, la vibración comienza a ceder como así también las llamas del exterior. Poco a poco, los instrumentos se estabilizan y todo vuelve a la normalidad. Miro rápidamente las pantallas y no veo ningún indicio de problemas pero para estar seguro. mientras controlo la nave para continuar con el descenso hacia ArcCorp Minnig, le pido a la IA que realice un revisión mas profunda. Todo parece normal.

Sigo descendiendo… veinte mil metros, diecinueve mil, dieciocho mil… comienzo a bajar la velocidad para evitar transformarme en un costoso meteorito… catorce mil metros, trece mil, doce mil metros de distancia a mi destino. Bajo la velocidad a novecientos metros por segundo. Aparecen unas cuantas naves en mi pantalla principal, todas en verde, probablemente registradas en la UEE y sin intenciones de atacarme, pero la experiencia hace que esté atento hasta al más mínimo detalle, en situaciones como ésta, todo parece normal un instante y al siguiente es una emboscada y se transforma en un infierno. Bajo la velocidad un poco más, a cuatrocientos metros por segundo. Cuatro mil metros a mi destino, tres mil, dos mil. Cien metros por segundo y despliego el tren de aterrizaje, con un quejido sordo la gran Constellation se transforma y adelanta su parte inferior trasera hacia el centro de la nave, a la vez que abre las compuertas para desplegar las patas hidráulicas. Veinte metros por segundo, diez, cinco…sobre paso las pistas atestadas de naves, no necesito de los servicios de ArcCorp Mining, solo necesito acceder a uno de sus Kiosk, así que decido aterrizar retirado hacia un costado donde no interfiera con las operaciones de puerto. Desciendo suavemente, la Connie se asienta con todo su peso, los impulsores crean una nube de polvo, los desconecto.

Le digo a la IA que se encargue de todo mientras voy hasta uno de los terminales Kiosk para verificar un embarque. Una vez terminada la operación con el terminal, me dirijo nuevamente a la nave. Mientras camino presto atención a mi reflejo y casi me desconozco ante la imagen de un piloto de la UEE, no parezco ser yo. Hace mucho que no visto uno de estos trajes, la última vez que los usé fue en la época de la guerra con los Vanduul cuando era un joven Cadete y mi cuerpo era el de un muchacho de unos diecisiete años. Actualmente luzco la figura de un capitán sesentón con una generosa panza, que queda mejor disimulada en los trajes espaciales que se venden en lugares mas alejados de la influencia de la UEE, por decirlo de alguna manera. Por que visto uno de éstos trajes militares de la UEE ahora, es una historia que algún otro día les contaré.

Decido ir hasta la nave y desplegar el URSA para probar las mejoras. Apuro el paso, mientras miro la intensa operación de puerto con naves de carga que llegan y se van. Saludo a unos pilotos conocidos de la corporación de Unión Cosmos, seguramente están cargando alguna nave con materiales para comerciar o repostando armamento, intercambio unas palabras y continúo mi camino. Me acerco a mi nave y le digo a la IA que baje la plataforma de carga. Una vez abajo entro al URSA y me siento en sus controles. La idea es dar una vuelta, probarlo y volver a la base para cambiar por la NOX.

Sentado en los controles del Rover activo la energía y con un estruendo bastante importante el URSA cobra vida. La IA me da la bienvenida, enciendo las luces, acelero, maniobro y me alejo de la base. Todavía es de noche y está oscuro, pero pronto va a amanecer, así que pienso detenerme un poco más adelante para ver el amanecer.

El paisaje de Yela, o lo poco que se puede apreciar de él a ésta hora, es el de una luna muerta y congelada aunque está lejos de estar muerta, predominan los vientos helados, nieve, piedras, y algunas plantas alienígenas rústicas que se atreven a sobrevivir a este ambiente.

Decido detenerme donde tengo una linda vista de los anillos de Yela y del gigante gaseoso Crusader, el planeta del cual Yela es una de sus lunas. Salgo de los controles, cruzo la puerta de la cabina, me preparo para salir al exterior extremo del ambiente lunar, no sin antes hacer una revisión rápida pero necesaria de mi traje. Abro la puerta lateral del Rover y desciendo, es una noche maravillosa y la vista es espectacular. Casi que dan ganas de sacarse el casco y respirar profundamente el aire frío de la noche, si no fuera por su toxicidad y temperatura inhumana. Solo en apariencia es una luna amigable, pero una simple distracción y una muerte dolorosa y horrenda es lo último que soportaremos.

Me siento frente al Rover esperando a que la luna siga su giro hacia la estrella.

Poco a poco el cielo de Yela se aclara y los primeros rayos dibujan sombras en las piedras de Yela, me pongo de pie para apreciar mejor tanta belleza. Nunca me voy a cansar de ver cosas así.

Ya con la mañana a pleno, me dirijo nuevamente al URSA, abordo y cierro la compuerta. Atravieso la puerta de la cabina y me siento en los controles. Sigo mi camino.

Comienzo a controlar los nuevos módulos… Eficiencia térmica 99%, rendimiento energético 99.7%…Excelente! -pienso- Continúo paseando por los hielos de Yela. Por momentos parece que voy a quedar varado entre las piedras, pero el Rover es más que capaz de sortear la mayoría de los obstáculos que se presentan.

De pronto una alarma en el mobiGlass me alerta de que mis recursos en el traje se están agotando. -Solo diecisiete minutos y estoy muerto-

Miro las pantallas y giro hacia ArcCorp Minnig. Acelero. Estoy bien, no estoy lejos, aunque voy a llegar con lo justo de oxígeno.

Minutos mas tarde, y con un mobiGlass cada vez mas insistente, llego a la base, salgo del rover y camino enérgicamente hacia la primera exclusa de aire que encuentro. Abro, entro, cierro, activo la exclusa, el aire refrescante llega inmediatamente al sistema de mi traje. Todos los recursos se renuevan en pocos instantes. Ya estoy listo para salir nuevamente. -Pienso en mi mente-

Mientras camino y observo las operaciones de las pistas nuevamente, hablo a la IA de mi nave, para que abra la bodega para poder guardar el Rover y sacar la moto NOX.

Esta vez la vuelta será mucho mas corta, todavía me queda un día como para probar la NOX en detalle, pero no me aguanto a esperar una noche para ver qué modificaciones le realizaron los de RSI a la tecnología GravLev. Supuestamente deberíamos sentir mucho mas estable el vuelo al ras del piso.

Me siento en la moto, tomo los controles, activo la energía y la pantalla con reminiscencias alienígenas y coloración roja cobra vida, una voz metálica que indudablemente no pertenece a un humano, aunque hable castellano, me da la bienvenida. Acelero. La base se transforma rápidamente en un punto de luz lejano.

Debo reconocer que el trabajo realizado a la tecnología de vuelo es impresionante, la flotación y desplazamiento al ras del piso es por demás estable. Sin perder ese inherente nerviosismo que caracteriza a una moto pensada para las carreras, cuando se la acelera se siente el cuerpo pegarse al respaldo de la butaca y la visual se angosta. Y eso es solo la aceleración normal…el post quemador simplemente quita el aliento.

Me detengo un momento y desciendo de la NOX solo para ver el paisaje. Ya son dos cosas las que ahora me quitan el aliento, la velocidad y el paisaje. Luego de un momento, vuelvo a sentarme en la moto, acelero, giro hacia ArcCorp Minnig. Es hora de ir a descansar, mañana tendré todo el día para acelerar esta maravillosa pieza de ingeniería…

Esta experiencia nos deja bien en claro que Star Citizen nos dará experiencias ilimitadas para vivir junto a compañeros y amigos. Esperamos con ansias que las mejoras por venir cumplan nuestras expectativas!

FUENTE: Post original by comandante Vahnkar

Acerca de Nuni

De chico soñaba con ser Roy Fokker. Los Decepticons eran mis ídolos. Siempre quise que Gargamel matara a los pitufos, que a León-O le quitaran su espada y que ALF se comiera al gato. He-Man es gay.

También mira

Star Citizen: No te podrás quedar con las naves robadas

Según Cloud Imperium Games no podrás quedarte con las naves que robes Cualquier nave que …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.